
Por Godo de Medeiros
Escribiendo en Vox Populi
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Cogió de la mano al niño y caminó de prisa con la secreta esperanza de prevenir a Santiago Nasar.
—No se preocupe, Luisa Santiaga; ya lo mataron —le dijo la otra mujer con la que se topó en el camino.
Indignada por lo que acababa de escuchar, exclamó en voz baja aquella frase célebre con la que habríamos de recordarla: «Hombres de mala ley, animales de mierda que no son capaces de hacer nada que no sean desgracias».
Pero, ¿qué relación existe entre aquello y las elecciones generales en Guatemala?
A quienes se lo preguntan, bastará decirles que quizás absolutamente nada, excepto que Guatemala se asemeja demasiado al universo literario de Gabriel García Márquez.
En menos de un mes el pueblo irá a los centros de votación para elegir tal vez a una mujer o a un hombre de mala ley entre una lista de 20 binomios que empresarios, gobierno y militares retirados han lanzado al palenque para solaz de un electorado en edades de 18 a 45 años que representa más del 60 por ciento de empadronados que sin dudarlo irán a las urnas, pues quienes tienen de 46 a 100 años de edad difícilmente perderán su tiempo en unas elecciones confeccionadas para que las pierda, perennemente, el pueblo.
En 500 años, la oligarquía criolla y el gobierno han generado más o menos unos tres millones de puestos de trabajo formales, pero hay candidatos que han ofrecido crear un millón de nuevos empleos en los próximos cuatro años, unas 684 plazas laborales por día, algo que acaso no sea posible incluso en los países más desarrollados del planeta. Para el votante guatemalteco, sin embargo, ser tratado como estúpido es lo de menos.
—Es cierto. Ese infeliz fue un corruptazo y medio, un asesino sinvergüenza y un mentiroso a más no poder, pero era simpático el hijo de cien mil putas —me dijo una vez un catedrático universitario respecto de un expresidente que cumplió condena en Estados Unidos por ladrón.
En el mundo actual, que es el mundo perfecto de todos los mundos posibles, las cosas tienen mayor valor que los seres humanos. Y la vida virtual ha sustituido la presencia incómoda y despreciable de nuestros parientes y amigos, los ausentes de carne y hueso en nuestras vidas. El mundo es perfecto entonces en la medida en que lo virtual sustituyó a la realidad. Pueda que en pocos años, las penetraciones genitales se harán exclusivamente por WhatsApp y Facebook, lo que facilitará, por ejemplo, tener sexo con una mujer israelita sin tener que viajar a Israel.
La insensata decisión de la sociedad de apoyar a candidatos corruptos y criminales nos anticipa que las elecciones generales de este 16 de junio, como en 2015, las volverá a perder el pueblo, ese que en su forma organizada desapareció, a pesar del advenimiento de la lupa, como el último de los Buendía en la novela más celebrada del Nobel de Literatura de 1982.
*Periodista y escritor. Ha publicado los libros de relatos El circo apenas empieza, Instrucciones para hacerle el amor a Silvia, Los ausentes, Los crímenes de Cerro Quemado y Héroes sin tumba. Además, los poemarios Bajo el invierno de nuestra inocencia y El deseo de cada noche.