
La pandemia del COVID-19 dejó dos escenarios: en uno se encuentran las familias enlutadas por la pérdida de un ser querido y en el otro están los dueños de empresas que ganaron millones con la venta de medicamentos e insumos médicos.
Labymed, Sociedad Anónima es un laboratorio que se dedica a vender equipamiento e insumos médicos y en los últimos tres años obtuvo más de Q800 millones (US$106 millones) en contratos con el Estado, siendo una de las empresas favoritas del actual Gobierno.
Documentos, correos electrónicos y chats a los que tuvo acceso Vox Populi revelan que Labymed, S.A. ha dado regalos y contrató a María Remei Gordillo Mata, jefa de microbiología del Hospital Roosevelt. Ella con el apoyo de sus jefes ha aprobado millonarios contratos a favor del laboratorio, situación que los pudo haber hecho incurrir en varios delitos.
En 2021 con el dictamen favorable de Gordillo Mata y con el aval del entonces director, Marco Antonio Barrientos Rivas y del ministro de Salud, Francisco José Coma Martín el Hospital Roosevelt adjudicó un negocio de Q15.6 millones (US$2 millones) a favor de Labymed, S.A. por la compra de pruebas para detectar el COVID-19.

Sonny Figueroa
sonnyfigueroa@voxpopuliguate.com
Artículos de Sonny Figueroa

Marvin Del Cid marvindelcid@voxpopuliguate.com
Artículos de Marvin Del Cid
Labymed, Sociedad Anónima fue fundada el 26 de septiembre de 2002 por el matrimonio de origen vasco Iñaki Altuna Rodríguez y Amalia Lucrecia Penagos Flores junto a sus hijos Iñaki, Antonio y María José Altuna Penagos.
Los datos del portal de compras del Estado señalan que desde 2004, Labymed, S.A. ha vendido Q1 mil 554 millones (US$208 millones) a diversas instituciones públicas siendo las principales el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
En 16 años, de 2004 a 2019, vendieron Q708 millones (US$94.5 millones) y esta cifra fue superada por las ventas de tres años durante la pandemia del COVID-19. De 2020 a 2022 obtuvieron contratos con el Estado por Q845 millones (US$112 millones).
Algunas de las ventas a instituciones públicas las obtuvieron en procesos administrativos cuestionables en donde se refleja un favoritismo. El primero en beneficiarse con contratos a la medida fue Hugo Roberto Monroy Castillo, exministro de Salud, que durante su corta gestión (14 de enero – 18 de junio de 2020) creó una guía para comprar únicamente sus pruebas para detectar a pacientes de COVID-19.
De igual forma Labymed, S.A. obtuvo millonarias adjudicaciones durante la gestión de María Amelía Flores González (18 de junio de 2020 – 16 de septiembre de 2021) y Francisco José Coma Martín (16 de septiembre de 2021 – actualidad). Ellos también firmaron y avalaron los documentos de las compras, algunos de estos del Hospital Roosevelt.

Trabajando en ambos lugares
María Remei Gordillo Mata es la jefa de microbiología del Hospital Roosevelt y según su perfil de LinkedIn ocupa ese cargo desde abril de 1997. Se graduó de Química Bióloga de la Universidad de San Carlos de Guatemala y está contratada bajo el renglón 011 con un sueldo de Q25 mil (US$3 mil).
Los documentos a los que tuvo acceso Vox Populi revelan que mientras Gordillo Mata ha trabajado como jefa de microbiología del Hospital Roosevelt también brindaba sus servicios profesionales a Labymed, Sociedad Anónima por Q18 mil mensuales (US$2 mil).
En los comprobantes de pago se detalla el Número de Identificación Tributaria (NIT) de ella (1803843-3) y se explica que es por brindar una “asesoría en microbiología” y se le depositan en una cuenta del Banco G&T Continental.
Los beneficios que ha dado Labymed, Sociedad Anónima a favor de la jefa de microbiología del Hospital Roosevelt han sido durante varios años.

Durante la pandemia del COVID-19 María Remei Gordillo Mata avaló contrataciones a favor de Labymed, S.A. para el Hospital Roosevelt. Lo que refleja un conflicto de intereses por parte de la funcionaria, según abogados consultados.
En octubre de 2021, la jefa de microbiología adjudicó tres contratos a favor de Labymed, que suman Q18.4 millones (US$2.4 millones). El primero de ellos fue el 25 de octubre por un monto de Q898 mil (US$(120 mil) y fue para adquirir reactivos para usarse en el área de microbiología.
Dos días después, el 27 de octubre aprobó otro a favor de Labymed, S.A por un monto de Q1 millón 908 mil (US$255 mil) para adquirir 31 mil 500 pruebas de antígeno para detectar el coronavirus en pacientes de dicho centro asistencial.
En la licitación también participaron las siguientes empresas con sus respectivas ofertas: Corporación Analyticos, Sociedad Anónima (Q1 millón 946 mil) (US$260 mil), E. Corp, Sociedad Anónima (Q1 millón 882 mil (US$250 mil), Almar Diagnostica, S.A. (Q1 millón 039 mil) (US$138 mil) e Imexmed, S.A. (Q1 millón) (US$133 mil).
Gordillo Mata descartó a todas las compañías a pesar que había montos menores que habrían favorecido las finanzas del Hospital Roosevelt.
En el tercer concurso de fecha 29 de octubre, María Remei Gordillo Mata otorgó un otro negocio a Labymed, S.A. por Q15 millones 675 mil (US$2 millones) por la compra de 16 mil 500 pruebas PCR para la detección del coronavirus, influenza y virus sincitial respiratorio de marca CEPHEID.
También participó la empresa ATP Diagnostica, Sociedad Anónima con una oferta de Q11 millones 962 mil (US$1.6 millones) con las pruebas de la marca ABBOTT, ofertando Q3 millones 713 mil (US$495 mil) por debajo de la propuesta de Labymed, S.A.
La jefa de microbiología del Hospital Roosevelt rechazó la oferta de ATP Diagnostica, S.A. bajo el argumento que el resultado de las pruebas de la marca ABBOTT se conoce en un tiempo superior a los 45 minutos y se necesitaban pruebas que tuvieran el resultado en 45 minutos o menos.
Esta última licitación tuvo el aval del entonces director del hospital, Marco Antonio Barrientos Rivas y del ministro de Salud, Francisco José Coma Martín.


Regalos en medio de contratos
Los beneficios que María Remei Gordillo Mata recibía de Labymed, S.A. no se quedaron en pagos mensuales de Q18 mil a cambio de supuestas asesorías. Correos electrónicos a los que tuvo acceso Vox Populi revelaron que la familia Altuna Penagos daba regalos a la jefa de microbiología del Hospital Roosevelt en medio de la pandemia.
El 16 de marzo de 2021 a través de un correo electrónico interno de Labymed, S.A., dio luz verde a la adquisición de un monitor de computadora para la jefa de microbiología. “Esta compra únicamente requiere autorización de tres gerencias por ser Lda. Remei”, dice el correo enviado al departamento de compras.
El monitor se compró a la empresa Importaciones y Equipos Ineqmo, Sociedad Anónima por un monto de Q1 mil 200 (US$180).
Dos meses después, el 26 de mayo los trabajadores de Labymed, S.A. intercambiaron nuevos correos electrónicos en los que se aprueba la compra de una laptop para María Remei Gordillo Mata.
“Envío solicitud de compra de Intcomex para compra de laptop para uso Lda. Remei Gordillo, esta compra fue autorizada por el director de ventas”, señala el correo y de igual manera se adjuntó una cotización por un monto de US$952.67 (unos Q7 mil 250).
En un correo electrónico de fecha 20 de agosto se solicita que se pague Q10 mil 595 a la empresa Centro de Soluciones, Sociedad Anónima por la compra de una computadora de escritorio. En este correo se incluyó una cotización que en la parte superior tiene escrito “Lic. Remei HR Micro” en referencia a la jefa de microbiología del Hospital Roosevelt.
Pero estas compras no iniciaron en 2021 ya que hay correos electrónicos que confirman que el 17 de julio de 2019 Iñaki Altuna Penagos, uno de los propietarios de Labymed, autorizó la compra de una laptop para María Remei Gordillo Mata.
Esta adquisición a Office Depot se hizo mediante la solicitud de compra a lo interno de Labymed, S.A. número 5054. “Envío solicitud de compra para laptop de Lda. Remei. Esta solicitud ya fue autorizada por Iñaki. La necesitamos urgente”, dice el correo.




Reconocimientos, uniformes y muebles
Labymed se caracteriza por vender equipamiento de laboratorio y médico. En su portal web señala que vende productos de “laboratorio clínico, banco de sangre, microbiología, biología molecular, industria y soluciones informáticas”.
En los correos internos a los que tuvo acceso este medio se estableció que Labymed, S.A. El 24 de enero de 2022 compró tres sillas “presidente” para entregarlas al Hospital Roosevelt con un precio individual de Q2 mil 550.
El 26 de enero, en un correo enviado a los jefes el comprobante de compra con el siguiente texto: “Buenas tardes, adjunto factura por compra de sillas para jefatura del Hospital Roosevelt”. Se especifica que el pago se hizo por medio de cheque a la empresa Inversiones Solidas y Efectivas, Sociedad Anónima.
Trabajadores de Labymed, S.A. que desearon permanecer en el anonimato por temor a represalias de la familia Altuna Penagos dijeron que esas sillas fueron para el área de microbiología del Hospital Roosevelt.

Estas prácticas se han normalizado y lleva años. El 3 de abril de 2020 a lo interno de Labymed, S.A., se compartieron correos electrónicos en los que envían facturas por la adquisición de tres tops postformados (tablero laminado). “Adjunto solicitud de compra de tops para el Hospital Roosevelt área de microbiología”, dice el correo.
Los muebles los hizo la empresa Molher por un costo de Q2 mil 650, sin embargo, las facturas son de fecha 26 de febrero de 2020.
Labymed también ha dado reconocimientos para que sean repartidos entre el personal de la unidad de microbiología. El 18 de noviembre de 2020 en un correo se señala que se aprobó una donación de 600 pines para el Hospital Roosevelt.
“Envío solicitud de compra de 600 pines que se darán como donación al Hospital Roosevelt autorizado por Iñaki. Adjunto factura para realizar respectiva retención y cotización firmada por María José, Iñaki y Antonio”, dice el correo.
Otra compra de 600 pines se hizo el 11 de octubre de 2021. En la descripción de la factura que pagó Labymed, S.A. a la empresa mercantil DisMetal se señaló que son “pines metálicos full color para el laboratorio de microbiología Roosevelt” por un monto de Q15 mil. En esta ocasión únicamente fue Iñaki Altuna Penagos quien autorizó la donación.


Antes de la donación de los 600 pines, el 6 de julio de 2021 la empresa DisMetal hizo una cotización a la Unidad de Microbiología del Hospital Roosevelt por 43 reconocimientos con un precio unitario de Q350. Esta cotización fue escaneada y enviada a los directos de Labymed por personal de dicho departamento.
A los diez días, el 16 de julio, Labymed, S.A. pagó a DisMetal los Q15 mil 050 por los 43 reconocimientos que cotizó el personal del Hospital Roosevelt.
Pero los obsequios de Labymed para el área de microbiología del Hospital Roosevelt a cargo de María Remei Gordillo Mata no se quedan en mobiliario y equipo tecnológico. Correos electrónicos confirman que también hay donaciones de uniformes.
El 6 de octubre de 2021 Labymed, S.A compró 34 juegos de uniformes con logo para el área de microbiología por un valor de Q11 mil 790. En un correo electrónico se explica que la adquisición se autorizó mediante la orden de compra 10816 y que “únicamente autoriza Iñaki”.


¿Qué dicen los involucrados?
Abogados consultados por Vox Populi señalaron que en este caso los empresarios de Labymed, Sociedad Anónima y la jefa de microbiología, María Remei Gordillo Mata pudieron incurrir en una serie de delitos.
Se explicó que Gordillo Mata pudo cometer el delito de cohecho pasivo (soborno) establecido en el artículo 439 del Código Penal que se refiere a que “el funcionario o empleado público que solicitare o recibiere, por sí o por persona intermedia, dádiva o presente, o aceptare ofrecimiento o promesa por realizar un acto relativo al ejercicio de su cargo o empleo, o por abstenerse de un acto que debiera practicar, será sancionado con prisión de uno a cinco años y multa de cien a tres mil quetzales”.
En el caso de los empresarios de Labymed, S.A habrían incurrido en el delito de cohecho activo (soborno) tipificado en el artículo 442 del Código Penal que señala que “Qquienes, con dádivas, presentes, ofrecimientos o promesas intentaren cohechar o cohechasen a los funcionarios o empleados públicos, serán sancionados con las mismas penas que correspondieren a los sobornados.
Los abogados consultados agregaron que la jefa de microbiología también pudo cometer el delito de aceptación de regalos (artículo 443 del Código Penal) que señala que “el funcionario o empleado público que aceptare dádivas, presentes, ofrecimientos o promesas de personas que tuvieren algún asunto pendiente ante él, será sancionado con multa de cien a tres mil quetzales”.
También pudo cometer el delito de abuso de autoridad (artículo 418 del Código Penal) que explica que “el funcionario o empleado público que, abusando de su cargo o de su función, ordenare o cometiere cualquier acto arbitrario o ilegal en perjuicio de la administración o de los particulares, que no se hallare especialmente previsto en las disposiciones de este Código, será sancionado con prisión de uno a tres años”.

Para la presente investigación se buscó la postura de María Remei Gordillo Mata, jefa de microbiología del Hospital Roosevelt y del director de dicho centro, Juan Roberto Castro. Las preguntas se le enviaron a Sharon Avila, encargada de comunicación. Se prometió que se tendría una postura, pero no respondieron las interrogantes.
Sharon Avila la vocera del Hospital Roosvelt no respondió. Se le enviaron las preguntas hace varios dias y lo que hizo fue ingnorar los mensajes, práctica que se ha vuelto costumbre de varios comunicadores del Gobierno de Guatemala para no contestar las interregantes de periodistas.
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De igual manera se le escribió al exdirector de Hospital Roosevelt, Marco Antonio Barrientos quien prometió que verificaría la información que se le brindó. Antes de la publicación de este reportaje tampoco se comunicó con Vox Populi para dar su postura.
En el caso de la empresa Labymed, Sociedad Anónima se les enviaron las preguntas a las direcciones de correo electrónico que están en su página web: info@labymed.com.gt y asistentecomercial@labymed.com.gt. Las preguntas fueron dirigidas a Iñaki Altuna Penagos, quien ocupa el cargo de director ejecutivo dentro de la empresa. Al cierre de esta nota tampoco se tuvo la postura de ellos.